Día 650, sigo
despertando con la esperanza de ver tu figura acostada a un lado de mi cama
pero no hay rastro tuyo. No veo tus ojos brillar, no siento ese aroma peculiar
que solías tener, no entra la claridad por la ventana, no mas desde que te
perdí.
“Como ayer,
te busqué en el doble techo
de mi corazón
Y hallé nostalgia de ti… Soledad”.
Nunca
me voy a acostumbrar a este vacío que a cada respiro me atormenta. Miro tu
rostro inmortalizado en aquella foto que siempre me gusto de ti, hoy la
sostengo entre mis manos esperando acariciar cada una de tus facciones hasta
terminar en esos pequeños labios rosas que siempre fueron mi más grande
adicción.
“Comencé a llorar
estos versos bañados en
canción,
Quiero volver a dormir con tu olor.
Desahucié tus besos de mi memoria y digo
Adiós,
Te dejaré marchar”…
Creo que la culpa me pesa más al saber que te
hice infeliz. Ya sabes, tú ahí siempre estuviste a mi lado dándome todo lo que
yo te pedía y lo hacías sin importar lo que muy dentro de ti sentías. Nunca te
agradecí ser ese rayo de luz dentro de toda la oscuridad que me rodeaba desde
el pasado, nunca fui capaz de devolverte una mínima parte de la felicidad que
me otorgaste cuando renunciaste a muchos de los sueños que alguna vez, antes de
conocerme, tuviste y quisiste realizar y que abandonaste cuando decidiste tomar
el camino de estar conmigo, a mi lado, durante toda la eternidad.
“Duele tanto vivir,
duele siempre sin ti
Necesito tu olor
Necesito tu calor
Quiero perfumar mi alma con gotas de ti
y archivar mi dolor en el doble
Fondo que hay en mi colchón”.
Sigo esperando el final de esta pesadilla. El
desenlace que por fin me lleve de nuevo a estar junto a ti. Me sigo engañando
diciendo que saliste a regalar alegría a quien lo necesita y que en cualquier
momento aparecerás tan bella, tan torpe, tan llena de belleza para recibirme
entre tus pequeños y cortos brazos que han sido el mejor abrigo durante mis
tormentas y la fortaleza más resistente ante toda guerra.
“Como ayer, me perdí
en el laberinto de
caminar sin ti, grité
¿Mi amor dónde estás? y lloré”.
No eran necesarias tantas bandejas de plata,
tú siempre podías ir a luchar contra cualquier adversidad con solo
escuchar 4 palabras.
“Tú me preguntabas
¿Cuánto te quería yo?
¡Te Quiero Siempre Amor!”
Dime donde estas, dime si eres feliz por fin,
dime porque te fuiste, dime porque decidiste alejarte de mí. La gente no me
entiende y piensan que he llegado al borde de la locura, pero si ellos hubiesen
tenido a alguien que alejara las nubes grises cuando llovía tal vez entenderían
que eras tú la razón por la cual mi corazón latía.
“Duele tanto vivir,
duele siempre sin ti
Necesito tu olor
Necesito tu calor
Quiero perfumar mi alma con gotas de ti
y archivar mi dolor en el doble
Fondo que hay en mi colchón”.
Mi vida se había basado en muchos errores
pero nunca recibía castigo, sin embargo el día que de mi lado te fuiste, el
destino decidió que ya era tiempo de arrepentirme. No hay palabras que expresen
mi pesar. Soy únicamente un alma en pena condenada al dolor absoluto llamado soledad.
“Pinto amaneceres sin saber
cuál es el dolor
que ahora tiene tu piel
Canto despedidas en papel,
desechos de tu querer”.
Dime que vas a regresar, como siempre lo
hacías al salir de casa. Dime que nunca me vas a abandonar y que siempre vas a
estar conmigo para seguir construyendo nuestra felicidad. Extraño tus caricias
al despertar y ese tono tan dulce que me hacia volar cuando escuchaba tu risa
estallar.
“Duele tanto vivir,
duele siempre sin ti
Necesito tu olor
Necesito tu calor
Quiero perfumar mi alma con gotas de ti
y archivar mi dolor en el doble
Fondo que hay”
Hoy le recito mis versos al viento con la
esperanza de que te los lleve en algún encuentro. Es tiempo de cerrar mis ojos
y tenerte de nuevo dentro de mis sueños, me gustas mucho cuando nos vemos,
porque solo estando ahí puedo volver a vivir. Ya sé que solamente necesito
decirte 5 palabras que te hacen completamente feliz.
“Te Quiero Siempre mi Amor”.