Eres lo primero que pienso al despertar y lo último que se cuela por mis nervios
y neuronas al dormir. Es muy curioso el efecto que provocas todas las noches desde la primera vez que te vi. Siempre será una parte de ti la que golpee mi subconsciente al caer la noche.
Si te contará la infinidad de noches que le he sido infiel a la soledad por engañarla contigo,
creo que ni las propias estrellas alcanzarían para terminar de contarte la veces que apareces para llenar ese fogoso vacío. Cierro los ojos y al viento le replico tu nombre como si fueras un hechizo; comienzo un largo viaje esperando, con los dientes mordiendo mis labios, encontrarte por azares del destino.
Ahí estas por fin, el conjuro nocturno hace su efecto. De inmediato me pierdo en el mar negro de tu mirada, me dejo guiar hasta ti con la única meta de enredarme en tus sábanas y tus almohadas. Después de tanto esperar estamos frente a frente, mis brazos cruzan por tu cuello. Tu juegas a intentar conquistarme y no pierdes mas el tiempo, pones tus labios sobre los míos y una revolución se refleja en mis intestinos.
No quiero que pares, te atraigo con fuerzas hacia mi. Pierdes poco a poco la cabeza y empujas nuestros cuerpos hacia la pared con mucha fuerza; escucho tus gemidos y sé que disfrutas, esa parte tuya me vuelve cada vez mas loca, me prende, me calienta la piel y pierdo los estribos cuando siento tus manos recorriendo toda mi piel.
Pareciera interminable mi deseo, tenerte sin ropa enredado entre mi cuerpo. Solo para mi, no para nadie ni siquiera para otros universos. Escucho y siento cada uno de tus sentidos. Mientras exhalas pasión, me robo esos suspiros que son míos.
Al asomarse el día mi sueño se vuelve efímero, desapareces sin dejar rastro ni sabor alguno mas que el del dolor que se pasea por mis venas al despertar y no tenerte.
Eres el mejor sueño que he tenido,mi mejor amante, eres mi desliz prohibido.
domingo, 10 de junio de 2012
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