"Como era su costumbre cada día 3 del calendario estaba marcado con el dibujo de una flor, que porqué razón la hacía por el simple y sencillo hecho de que ella contaba cada día 3 como si fuera su aniversario. Creía que tenerlo presente desde hace aproximadamente 3 años haría que las cosas fueran diferentes. Llegó durante la tarde de Noviembre, sin imaginarlo Reira se fue dando cuenta de que las cosas con el paso de los días se iban tornando en diferente color. Hubo negación, paranoia, más negación, resignación y por último aceptación; porqué decidió aceptar lo que le sucedía, porque se dio cuenta de que lo que él le hacía sentir le devolvía la vida.
Constantemente se preguntaba a que se debía esa mala jugada que la vida le estaba poniendo enfrente porque así como se enamoraba, así salía herida. Reira dejó atrás todas las cicatrices que Shin le había dejado después de tantas caídas, pero no se estaba dando cuenta de que cuando tratas de cicatrizar una herida recién hecha, el siguiente Shin podría volver a abrirla y meterle un poquito de aguarrás para quemar a mas profundidad lo que anteriormente había estado curando. Sin embargo no se trataba de Shin esta vez, sino de Roxas. De ese Roxas por el cual ella había empezado a abrir de nuevo los ojos solo para darse cuenta de que las cosas probablemente le durarían muy poco y que ésta vez dolería más arriba del corazón, dolería mas allá del alma, dolería mas lejos que las estrellas, dolería aceptar que para cuestiones del "amor" Reira solo es digna de un rato, de una noche; Reira es mas efímera y fugaz que una lluvia de estrellas. Reira es digna de millones de seres que expondrán su corazón a la brisa del mar y luego lo destrozarán y se irán sin pagar...Reira solo esta para pasar el rato, verle la cara y tratarla como una muñeca de trapo.
Reira siempre será aquella que ha sido destrozada por muchos hombres como Shin, pero tocada hasta el fondo de su abismo por un hombre como él, como Roxas de Pandora."
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