Aprende a Leer.

"No es necesario tener dedicatoria cuando es el corazón quién decide relatar sus propias historias".
Quiere ser feliz? Abstenga sus suposiciones.

viernes, 15 de octubre de 2021

Y entonces, estabas ahí~

Y así de la nada, me topé con tu foto colgada en la ventana. Me acerque, te miré bien y observé detenidamente cada uno de tus hermosos detalles. Tus ojitos preciosos y redondos, tus brazos fuertes y marcados, tu abdomen, tus muslos y sobre todo tus piernas enormes y grandes que con solo pensarlo puedo imaginarme enredada entre ellas mientras nuestras manos se dedican a explorarnos.

Me reí de manera pícara, porque no debía de estarte pensando, no de esa manera pero ¿quién soy yo para negarme a los asuntos del corazón? Suspiré, larga y profundamente mientras acariciaba tu rostro en el portaretrato. De repente, oí como se abría la puerta y entonces me quedé muda y paralizada, después me llamaste por mi nombre y cada una de mis terminales empezó a vibrar y a enviarme miles de choques.

Tu voz, esa voz tan profunda pero delicada que me gusta oír, esa voz que se aproximó a mis oídos y que me susurró "¿que es lo que estás haciendo aquí?" Inmóvil y sin saber que hacer, solté tu fotografía y te deje caer. Acercaste tu rostro, el verdadero, el tangible, hacia mi izquierda y me dijiste "si, yo también pienso en ti desde aquella vez". 
Contuve el aliento y podía jurar que mis latidos se escuchaban por todo el lugar. Entonces así, de la nada tus manos me abrazaron por detrás y tu boca, suave y tersa, mi cuello comenzó a explorar. 

Mojabas tus labios para besarme despacio, mientras tus caderas se iban aproximando más hacia mi, tus manos jugaban con mis piernas pero subían de forma traviesa sobre mi vientre y de la nada comenzaban a esconderse dentro de mi ropa; no pude más y resoplé dejando salir un murmullo que dió inicio a todo el caos. Con fuerza me giraste hacia ti, tomaste mi mentón y me obligaste a mirarte a los ojos, querías ver mi rubor, el ardor, el calor y la pasión que desbordaba en cada respiración. 

Me agarraste fuerte pero delicadamente y me colocaste en la meseta, me analizaste por unos segundos, y te percataste que estaba fuera de mi y excitada, y fue así que de la nada perdí la cabeza y al fin me lance hacia ti. Mordí suavemente tu labio inferior mientras que mi lengua se paseaba al mismo tiempo saboreando lo que tanto había esperado. El calor poco a poco iba en aumento cuando de pronto, como si nos azotara un violento huracán, lo que tanto deseábamos había dado comienzo; era como si el universo nos consumiera en su total infinidad. No fue sino después de tocar varias estrellas cuando nos dimos cuenta de que ambos habíamos tocado tierra firme ya.

Abrí los ojos con temor y entonces estabamos aquí, ambos, sin ropa, con el alma desnuda y perfumada con tu aroma y mi aroma, enredada y bendecidamente aprisionada entre tus piernas, esas piernas tuyas que desde hace miles de vidas pasadas me han traído loca.



0 comentarios:

Publicar un comentario

Little Mermaid

Little Mermaid

Ahoy Ahoy.