"Hoy como cualquier otra mañana me desperté con la esperanza de saber algo sobre ti, me quede con las ganas. Llevas días sin dirigirme la palabra, sin intenciones de saber mas acerca de nosotros dos. Creo que en algún momento se volvió realidad lo que tanto temía, te cansé y te sofoque. Me emocioné tanto contigo que me volví transparente, lo mismo que sucede cuando siento confianza, esperé con muchas ganas que tu por fin hicieras lo mismo pero por alguna extraña razón eso no sucedió.
No voy a negartelo, te extraño mucho. Eras ese pedacito de emoción que recorría mi espina dorsal cada que amanecía, no sé como abordarte ahora, no sé si te enojarás o si seguirás siendo igual de indiferente; tal vez ese sea el mayor motivo por el cual prefiero ahogarme las palabras y no interrumpir en tu vida diaria. Si hay algo en lo que siempre fui sincera contigo fue que nunca, nunca dije algo que no fuera cierto, te quise y te quiero y eso, no cambia por lo menos dentro de mi corazón.
Hoy como cualquier otra mañana me desperté con la esperanza de que todo lo que había sucedido era solo parte de una mala noche de sueños y que tu nunca te habías ido..."
jueves, 31 de enero de 2013
Tratados de indiferencia.
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