"Y ese es el momento en que sonó mi teléfono…Abrí los ojos y recordé que teníamos una cita pendiente como las que habíamos estado teniendo los últimos meses. Tome las llaves del carro, lo encendí y me dirigí hacía donde nos veríamos para la plática casual que nos terminaría enredando en lo que ambos deseábamos. Tardo varios minutos en aparecer, no me moleste. Tome esos segundos para calmar esas ansias que él sabía provocarme cuando estaba cerca mí. Apareció de entre las sombras de los árboles, beso mi mejilla, pregunto cómo estaba y se sentó a mi lado. Hablábamos de nuestras historias cuando vino ese silencio incómodo que nos hacía sentir la necesidad de acercarnos hasta sentir el calor que salía de nuestros cuerpos, escuchar esa respiración entre cortada e incluso escuchar como nuestros latidos se aceleraban. Nuestras frentes se encontraron, fue él quien intento el primer movimiento me negué, bastaron centésimas de segundo para que de nuevo intentará y tomará las riendas, sus“me encantas”siempre fueron esa explosión que estremecían a mi cuerpo. Abrí los ojos y me sorprendí al leer “Llego en tu casa en 15 minutos”, algo había salido mal, nuestro encuentro fue realmente casual, sentí una enorme tensión; un enorme drama estaba a punto de comenzar. Y ese es el momento en que sonó mi teléfono…"
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