Tengo el pequeño gran problema de recordar todas y cada una de tus palabras y promesas sin cumplir, no cabe duda que has sabido adentrarte mucho en cada uno de mis huesos.
A veces, solo con la intención de lastimarme, recorro cada una de las frases que me has dicho al oído, recuerdo cada una de esas caricias que involuntariamente me hacías cuando terminábamos juntos, leo aquellos mensajes que aún parafraseándolos al Sol de hoy siguen estremeciendo mis neuronas y siguen creyendo que es verdad lo que hay en cada una de las letras plasmadas. Tal vez soy yo quien interpreto mal las cosas, quien se hizo una falsa ilusión, pero no te echo en cara nada ya que gracias a tus falsas palabras pude volver a sentir que dentro de mi latía un pequeño corazón qué tal vez se equivoco al pretender creer que lo que sentíamos era algo muchísimo mas grande que aquella palabra que ustedes, humanos mortales, usan como adjetivo para aquel sentimiento al que ustedes suelen llamarle, AMOR.
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