Aprende a Leer.

"No es necesario tener dedicatoria cuando es el corazón quién decide relatar sus propias historias".
Quiere ser feliz? Abstenga sus suposiciones.

lunes, 19 de octubre de 2015

Una vez más, recaigo en los vicios.

"Todo comenzó aproximadamente hace unos cuantos meses, cuando por equivocación tomé un camino diferente al que todos los días tomaba. Me topé de casualidad con alguien y decidí entrar en confianza. Nada mal, íbamos bien pero todo cambió cuando aquella tarde realicé esa llamada para disculparme por mi ausencia en ese asiento del autobús. Respondiste indiferente, como era normal pero apenas te diste cuenta de que en mí había algo peculiar sentí un cambio; quien quita y son solo mis ideas, mis alucinaciones, mis debilidades una vez más. Pero sea lo que sea que haya sido provocó un gran impacto sobre mi porque una vez pronunciadas esas simples palabras, te clavaste cual estaca en lo mas oscuro de mis pensamientos.
Bueno, traté de salir adelante, de seguir por el mismo sendero luchando contra mis pensamientos y sacándote lo mas pronto que pudiera. Resulto bien en un principio, es decir no me fue difícil pero apenas me distraía y ahí de nuevo aparecías. Intenté de todo, sobre todo ignorarte pero mientras mas lo hacía mas pronto volvía a pensarte. Ya no solo nos veíamos en el autobús sino también en muchas otras partes y cada que me tocaba estar contigo a solas por un instante me invadía la ansiedad, me daba miedo quedarme sola estando tú a mi lado porque mi mente, enamorada, loca y empedernida comenzaba a jugarme malas pasadas. No durábamos mucho así hasta que llegaba alguien más y finalmente nos hacía compañía a la hora de conversar.
Con el paso de los días sentía que estabas presente todavía. Me fijaba en tus detalles, en tus palabras, en tus ojos, en tu mirada, en tu cuerpo, y en todo lo que me guardaba para luego acudir a las fantasías prohibidas tuyas y mías. No fue sino hasta aquella noche en la qué ni siquiera el alma mas desolada nos hizo compañía y ahí estuvimos, uno junto al otro. Tal vez tú ni siquiera lo notaste pero mis nervios y mi constante evasión a tus ojos eran muy obvios, fue cuando me descubrí sintiendo nervios una vez más por todo lo que provocabas a la hora de pensarte. Cada minuto que pasaba, sentía una reacción desesperada en mi interior, es decir sentía todo como un juego mental que la Oxitocina me hacía. Te acercabas más, comentabas cosas que no sabía cómo tomar, estaba halagada y una vez más me cuestione ¿Porqué siempre me encuentro a alguien tan similar a mi en éste momento y no en otro tiempo? La atracción la sentí yo, cuando era lo que menos quería volver a repetir. 
Una vez más recaigo en los vicios del amor, y no sé como sobrellevar lo que me haces sentir y mucho menos con lo que me haces pensar. Perdí los estribos cuando aquel día que llegué al salón y te vi tomando la mano de alguien más, porque según tu, leías sus líneas de la vida, fingí no saber que era lo que hacías pero me descubrí a mi misma mirando tus manos sujetar los de aquella chica y es cuando todo estalló, porque muy internamente deseaba ser yo. Después de tomar mi lugar, me calmé y traté de concentrarme, por ratos hablabas y sentía tu mirada cómo si esperaras una respuesta mía, hasta que te respondí "No me mires así, que me incitas presión" a lo que tu me dijiste "Ni siquiera te veía, bueno solo cambié mis ojos hacía otra dirección". Entonces continuamos como si nada, pero aunque mi cuerpo estaba en el aula, mi mente y mi alma se encontraban en otra galaxia.
Para la clase del Jueves todo se volvió a tornar, un poco diferente. Llegué con la idea de evitarte, trabajar en mi misma y bueno seguir como en un principio e intentar ignorarte. El problema es qué cuando lo hago, termino pensándote. Me reía de todo, como si estuviera en confianza contigo, me sentí bien, pero al mismo tiempo mal porque no quiero que mi cabeza te siga pensando sin cesar. Finalizó la exposición y por alguna extraña razón te acercaste a buscar algo y el nervio me volvió; te sentí cerca, mucho muy cerca y tuve que contenerme para no salir huyendo como siempre. La cabeza me trae, literal, de cabeza porque no se por donde empezar. Deseando que vuelva alguien más para tomar mi lugar no sería mala idea, pero cada vez se me hace mas lejana la posibilidad de que ésto suceda. En mis sueños te revelas, en mis ansias también estas ahí y en mis mas profundas estupideces te imagino aquí.
Vivo en esa lucha constante de saberme tuya en cualquier instante, pero en la cual también pido que fueras otro más de aquellos que no tienen intención en buscarme ni siquiera como acompañante. Pero a quien le mentiría que desearía verte una señal mas real y saber si lo que mis paranoias sienten es minimamente real o si será una decepción más. 
 
 
 
 
 


"Vuelven los problemas de auto estima, de insomnio, de depresión.... Algo no va bien y a estas alturas ya no se que hacer, Sora vuelve que todo se me empieza a caer y no estas acá para ayudarme a ponerme de pie".

"Mi vida cambio, cuando tu decidiste sacarme de la tuya".


Siempre me había gustado verlo llegar, aunque sea de la mano con aquella pelirroja. Era como un sueño, esa sonrisa, ese cabello rubio despeinado, esos ojos azules que me ponían colorada. Me sonreía y yo le correspondía. Al final, me gustaba sentarme a observar como se alejaba de mi con aquella chica de uniforme verde.


Little Mermaid

Little Mermaid

Ahoy Ahoy.